viernes, 11 de junio de 2010

Volviendo después de mucho: Un cuento breve... ojalá guste.


Déjalo Ser

Como describir aquellas mañanas de sol: Simpáticas? Generosas? Risueñas? Quizás no sea ni siquiera necesario adjetivarlas.

Subió a la acera y estiro la mano al instante, sorprendido con la velocidad que traía el bus.

Levanto una pierna y de un corto salto procuró entrar.

Se paró en la primer escalinata, saco una moneda y pagó al chofer.

Se hacia difícil caminar entre tantas almas, ni siquiera lo pensó. Solo busco su merecida estadía diaria en la móvil morada.

Sin hallarla, sin suspirar ni lamentar, se sostuvo apoyado en la V de sus piernas encontrando su espacio.

“Ahora Suena” Like a Rolling Stone.

Tal vez no había muchas referencias de esas vueltas que da el mundo sin si quiera preguntar.

El tiempo, inexistente.

Imitando a las nubes que se dispersan después de una lluvia, los pensamientos.

Un par de publicidades pegadas en la pared, le ordenan tocar el timbre.

El aire frío entra, cuando el sale y el sol vespertino de hace un par de meses, ya pasó de moda para la fecha.

Juega con el vapor del aire y tararea un solo colorido de un piano enmarcado en los setenta.

Camina a su ritmo, no busca nada extraordinario, llega a la esquina y habiendo esperado el rojo de la luz, entra en la senda con un paso ligero y desentendido ante las vulgares ironías de la vida.

El tiempo, irrelevante ante su máxima: Carpe Diem, le impone su presencia, ínfima presencia… tan ínfima como atrevida y concreta.

Enceguecido y sonriente, voltea hacia su izquierda y susurra: Let it be.

1 comentario:

Carlos Alberto C dijo...

Mi ínfima y concreta presencia no deja de ser atrevida, y comenta en tu post. Seguí escribiendo loco. Un abrazo.